Mi nombre es Josetxu Marcos Martín y la fotografía es más que mi profesión: es mi pasión. Desde 1995, cuando compré mi primera cámara, he vivido detrás del objetivo, explorando formas de capturar la vida y sus momentos más especiales. Aunque durante cuatro años me alejé de ella, siempre supe que la fotografía era mi camino.

Estudié en EFTI, donde me formé en fotografía profesional, y he aprendido con grandes maestros sobre iluminación de estudio, Photoshop y otras técnicas esenciales. A lo largo de mi trayectoria, he combinado mi amor por la imagen con la creatividad, desarrollando proyectos como “Madrid en mi retina” en 2018, donde publiqué cada día una fotografía de la ciudad durante un año. Fue un desafío que marcó un antes y un después en mi carrera.

He tenido la suerte de recibir reconocimiento por mi trabajo, como el primer premio del concurso Libros en Verano y un tercer premio en el concurso Madrid Puertas Abiertas. Sin embargo, lo que más valoro son las emociones que mi trabajo despierta en las personas.

 

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En 2021, tras la pandemia, surgió una oportunidad que cambió mi rumbo: unirme a un estudio. Desde entonces, me he volcado en la fotografía de retrato, especialmente en captar la esencia de las familias, desde el embarazo hasta los primeros días de los recién nacidos.

¿Qué me mueve? Ver la felicidad en las caras de las familias al recibir mis fotos. Creo profundamente en el valor de la copia impresa: mis trabajos no solo son digitales, también entrego fotografías en papel y en cuadros que transforman cualquier espacio en un hogar lleno de vida.

Soy formal y profesional, pero me gusta tratar a mis clientes como familia. Mi enfoque creativo y cercano busca que cada sesión sea única, porque sé que detrás de cada fotografía hay historias que merecen ser contadas.